Nuestra familia. Todos en nuestro estudio de abogados es un integrante de Rothenberg o alguien que cree en el trabajo de Rothenberg (consulte “Nuestra misión y valores” y “Nuestros métodos: A la manera de Rothenberg”). Casi la mitad de nosotros compartimos el mismo ADN, y todos compartimos los mismos valores y el compromiso con la justicia para las víctimas de lesiones personales. Cuando comenzamos a trabajar con un nuevo cliente, lo adoptamos como parte de nuestra familia y luchamos por sus derechos como si fuera uno de nosotros.
Nuestra motivación. Todas las personas en esta firma obtienen su mayor satisfacción personal al ayudar a un cliente lesionado y a su familia para que reciba tratamiento y reciba la compensación necesaria para reparar los daños causados a sus vidas en la medida máxima posible. También nos enorgullecemos de entregarle a nuestro cliente un cheque cuantioso y restaurador emitido por una compañía de seguros multimillonaria que intentó a toda costa minimizar o eliminar el monto que tenía que pagar como compensación.
Nuestra pasión. Como familia profesional, nos encanta trabajar juntos y resolver problemas como equipo, y a menudo literalmente nos quedamos despiertos durante la noche, pensando cómo podemos resolver los problemas del cliente ocasionados por una lesión catastrófica. Luchar en un tribunal contra sofisticados acusados corporativos y/o compañías de seguros que tienen suficientes recursos para defenderse es un trabajo difícil y meticuloso, por lo que traemos a nuestra familia únicamente a los abogados más competentes y dedicados que están a la talla de la tarea. Reconocemos que uno debe sentir pasión por su trabajo para hacerlo bien, y nosotros somos famosos y estamos definidos por una pasión implacable.
Nuestra historia. Nuestra pasión implacable nos ha llevado a convertirnos en una de las firmas de abogados especialistas en lesiones personales más respetables y reconocidas en el país, desde que Allen L. Rothenberg la fundó en 1969. Fueron Allen y su esposa, Barbara, quienes trazaron el camino para el resto de nosotros, permitiéndole a nuestra familia de abogados recuperar cientos de millones de dólares para clientes lesionados durante más de 40 años de servicio legal. Todos elegimos este trabajo porque no hay otra forma más satisfactoria de vivir que ayudando a otros a restaurar sus vidas destrozadas. Ciertamente es la mejor forma de sentir una verdadera conexión con nuestros clientes y con nuestro trabajo legal.
Nuestras credenciales. Cuando enfrentamos un caso como equipo, traemos una gama de experiencias legales (“Nuestra reputación y récord”). Colectivamente, también les ofrecemos a nuestros clientes las experiencias de vida de:
- Cientos de juicios en numerosos tribunales en todo el país y en el extranjero;
- Múltiples abogados miembros del Foro Multimillonario de Defensores (quienes han recuperado montos multimillonarios para sus clientes);
- Abogados que han obtenido títulos avanzados en otras áreas de estudio además de derecho;
- Abogados que son oradores y profesores en derecho procesal;
- Un ex fiscal de distrito de Philadelphia a cargo de los casos de homicidio, uno de los abogados procesales con más experiencia en el país;
- Un ex asistente especial de la fiscalía general de Pennsylvania;
- Un ex fiscal general corporativo (director legal de una corporación) con conocimiento y entendimiento interno del trabajo de defensa corporativa;
- Un ex abogado de defensa corporativo que entiende cómo trabaja “el otro lado”;
- Un ex secretario judicial que entiende cómo se toman las decisiones judiciales y cómo se escriben e interpretan las opiniones judiciales en las salas de justicia;
- Un ex consultor profesional de gestión;
- Múltiples abogados con títulos con reconocimientos de honor de las facultades de derecho más prestigiosas del país, tanto a nivel de subgrado como de posgrado; y
- Reconocidos profesionales que han aparecido en televisión y han sido citados en radio, periódicos y otros medios de comunicación.
Nuestra actitud. Entendemos que la actitud puede determinar la altura, por lo que generalmente somos optimistas e intentamos tener un buen humor con nuestros clientes y nuestros compañeros de trabajo. Tomamos nuestro trabajo muy en serio, pero no nos damos “aires” de abogados. Sabemos que es importante mantener el buen humor cuando lidiamos con la tragedia y la adversidad, muy a menudo ocasionadas por lesiones personales. También somos apasionados y competitivos como equipo. Muchos somos ávidos fanáticos del deporte; nos encanta el desafío de enfrentarnos a un oponente en el tribunal y vivimos por la batalla. Al mismo tiempo, somos sensibles y empáticos con nuestros clientes, especialmente con aquellos cuyas familias están afectadas por una lesión catastrófica, porque no solo somos parte de una gran familia profesional, sino que también tenemos nuestras propias familias. Entendemos cómo una lesión o la pérdida de una madre, un padre, un hijo o una hija pueden impactar las vidas de distintas familias.
Consulte también: “Nuestro compromiso con la comunidad”